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El oído es super complejo

El oído es super complejo
Photo by Logan Voss / Unsplash

El Oído, ese sentido tan curioso, tan necesario y tan poco valorado a veces.

¿Te has dado cuenta de que "siempre oyes"? Cuando duermes, cuando te tapas los oídos, cuando no quieres escuchar, siempre. Sería genial poder "cerrar los oídos" igual que cerramos los ojos.

El oído es un sentido que se encarga de la audición. La audición es la capacidad de que los sonidos tengan sentido. La cognición, que va después de la audición, es lo que hace que esos "sonidos con sentido" tengan también significado. Estas tres ideas, que parecen tan sencillas, las aprendí del libro "The intelligent ear" de Reinier Plomp (ver aquí su obituario) y son los pilares fundamentales en los que baso todo mi "saber" en audiología y percepción del sonido.

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Sonido -> Audición -> Cognición

En mi viaje de ya más de 20 años he estado estudiado cada una de estas tres cosas y me ha interesado especialmente la "pérdida de audición". Sin embargo, mi primer acercamiento al sentido del oído fue un poco antes de estudiar en el IES Moratalaz. Ah! no! no me refiero al capitulo de "erase una vez la vida", me refiero a que en el IES Puerta Bonita, cuando estudié sonido, tuvimos que aprender psicoacustica y fisiología del oído y ... que más puedo decir, me enamoré. Quién iba a decirme cuando estaba en 2003 leyendo unos apuntes en internet (exactamente estos), me iba a convertir años después en un experto en hipoacusia (ni sabia lo que queria decir esa palabra).

El oído es fascinante y hablaré mucho de él, pero ahora quiero sólo compartir unas reflexiones muy sencillas:

  • El oído nos permite escuchar.
  • El oído nos permite explorar el entorno.
  • Escuchar nos permite comunicarnos.
  • El oido procesa varias frecuencias igual que el ojo procesa varios colores.
  • La principal diferencia es que la combinacion de frecuencias, las secuencias de sonidos y la estructura entre sonidos tiene un sentido y un significado.
  • En el sonido todo cambia muy rápido, el oído tiene que reaccionar rápido.
  • Para que el cerebro entienda bien el significado de un discurso, de una escena sonora, de un conjunto de sonidos, la audición tiene que ser suficientemente buena, es decir, que las características importantes del sonido tienen que ser "sentidas" lo más fielmente posible.
  • Una audición mala provocará que la cognición tenga que trabajar más y esforzarse de manera exagerada para intentar extraer el significado.

De todo esto hablaré largo y tendido en este blog. Por ahora, voy a dejarlo en que el oído es super complejo, y eso lo hace fascinante.